Como sabéis, el pasado mes de septiembre se habilitó una encuesta dirigida a los trabajadores de este centro de Indra en Ciudad Real y que estuvo abierta durante un mes hasta el 28 de octubre.
En primer lugar, desde el Comité
de empresa, agradecemos a las 207 personas que han participado en esta
encuesta, un instrumento que nos sirve para conocer vuestras opiniones y poder
detectar problemas generales en nuestro trabajo.
De las 207 personas que han
rellenado la encuesta, 164 son hombres (80%) y 42 mujeres (20%), lo que
representa de forma bastante fiel el porcentaje de trabajadores de cada sexo en
nuestro centro de trabajo.
Os queremos informar que el Comité ha hecho un análisis de los datos y ha emitido un informe a la Empresa, planteándole las exigencias correspondientes para evitar las malas prácticas detectadas.
1.- Vacaciones
En el apartado de vacaciones si
bien las vacaciones son fijadas sin problemas (21%) o consensuadas (77%), hay
casi un 20% de trabajadores que reconocen no poder disfrutar todas las
vacaciones en el año natural.
Una amplia mayoría de los
trabajadores (94%) de Indra pueden disfrutar de dos o más semanas de vacaciones
de forma ininterrumpida. El 6% restante indica que no puede disfrutar de esas
vacaciones continuadas por necesidades de proyecto.
En cuanto a la forma de fijar las
vacaciones, más del 80% de los trabajadores reconocen que el proyecto fija
normas para disfrutar las vacaciones, siendo razonables y flexibles para el
69%, pero siendo muy destacable el 14% de los trabajadores que reconocen que
las normas no son razonables y que dificultan la planificación de las
vacaciones. En el caso de que las normas fueran claramente abusivas, es
necesario denunciarlas para que se corrijan y no se produzcan.
Finalmente, en cuanto a cancelación o alteración de las
vacaciones, ésta ha afectado a una cuarta parte de los trabajadores, de los
cuales más de un 30% ha tenido que cambiar la fecha de las mismas con menos de
15 días de antelación.
Desde el Comité de Empresa se exige a la Empresa que tome las medidas correctoras necesarias a fin de evitar las malas planificaciones que obligan luego a tener que modificar o cancelar parte o todas las vacaciones planificadas con tiempo y forma por los trabajadores.
2.- Jornada intensiva
Para un 18% de los trabajadores,
la empresa ha bombardeado el calendario laboral que luego en sede judicial
presume que se cumple milimétricamente. La jornada intensiva no es un regalo
que realice la empresa. Es la consecuencia de que durante el resto del año los
trabajadores tengamos una semana laboral de 43 horas y no la de 40 horas que se
firma por contrato. Por lo tanto, cada hora que se realice fuera de la jornada
intensiva es una HORA EXTRA y como tal debe ser voluntaria y debidamente
compensada.
Es la misma situación que se
produce los viernes. En el calendario oficial de la empresa y de obligado
cumplimiento por ambas partes, se recoge que los viernes el horario de entrada
es de 8 a 9 y la salida es de 3 a 4 de la tarde. El 13% de los trabajadores no
dispone de jornada continuada los viernes.
3.- Días inhábiles y festivos
La buena conciliación de la vida
laboral y personal tiene en el calendario de trabajo su principal baluarte. Es
necesario conocer con suficiente antelación los días de trabajo para poder
realizar una correcta planificación familiar. En este sentido, la empresa fija
una serie de días inhábiles (en color morado en el calendario laboral), que si
bien pueden ser modificados por necesidades del negocio, 1º deben comunicarse
con suficiente antelación y 2º deben estar justificadas. El 40% de los
trabajadores contesta que el proyecto no respeta los días inhábiles fijados en
el calendario.
Más sorprendente, es si cabe, el
23% de los trabajadores a los que no se respetan los días festivos. De éstos,
un alarmante 70% reconoce que los festivos se cambian por otros días sin la
compensación del 1,75 que regula el convenio colectivo.
El Comité de empresa exige que cualquier cambio, en cuanto a días inhábiles se refiere, sea avisado y justificado con el tiempo suficiente como para poder emitir informe. Por su parte, este Comité no tolerará la práctica ilegal que supone no remunerar los días festivos con la compensación legal por convenio.
4.- Horas EXTRAORDINARIAS
En una empresa que no reconoce
que se trabajen horas extraordinarias, el 67% de trabajadores que afirman
hacerlas ocasional o habitualmente suena como un auténtico tortazo de realidad.
¿A alguno de estos trabajadores se les pagan dichas horas extraordinarias en
nómina con este concepto? ¿Hasta cuándo la empresa va a mirar a otro lado? El
Comité de Empresa también está trabajando en este sentido y la empresa ya ha
sido sancionada por esta práctica claramente ilegal.
De los trabajadores que reconoce
que se hagan horas extraordinarias, hay un 21% que afirma que éstas no son
voluntarias. Ya sabemos que la intención de la empresa es imponer horas
extraordinarias cuando ella quiera, sin el carácter de voluntariedad que
reconoce el Estatuto de los Trabajadores, esto es, la LEY y si puede ser sin
pagarlas. Ante esa intención del siglo XVIII, nos va a encontrar a todos los
trabajadores del siglo XXI enfrente.
El 60% de los trabajadores afirma
que las horas EXTRAORDINARIAS que realizan o bien no se compensan por el mínimo
exigido (33%) o directamente no se compensan (27%) .
5.- Formación
Sobre esta cuestión de
importancia capital para el aprendizaje, reciclaje o ampliación de
conocimientos de los trabajadores, el 22% de los encuestados reconoce no haber recibido formación
técnica en el último año. Es un porcentaje lo suficientemente importante y que
choca frontalmente con la propaganda de la empresa. Formar a los trabajadores
no consiste en cambiar el nombre al portal de formación (“Indra Open University” dixit), sino poner a su alcance la formación
o los cursos necesarios para su mejor desempeño en el trabajo o para la adaptación
en otro proyecto.
Tan alarmante y absurdo como que la empresa inscriba a un
trabajador en un curso que ya haya realizado. ¿Es esto la “CULTURA INDRA”?
¿Es también “CULTURA INDRA” que
cuando un trabajador se ha matriculado para un curso, se haya tenido que
cancelar y no lo haya podido recibir? Más de un 60% de los trabajadores saben
qué es eso de cancelar un curso al que ya estaba matriculado/inscrito.
Y el motivo dado en un 59% de los
casos es “necesidades de proyecto”, esa hermosa coletilla con la que la empresa
nos obsequia cada vez que quiere imponernos algo. Sólo un 12% de las
cancelaciones ha sido por petición del trabajador o porque el curso ya ha sido
realizado.
Un 9% de los trabajadores indican
que los horarios del curso no se adecúan a la jornada laboral. ¿Os suena
aquello de, “ese curso lo haces por tu cuenta” o “lo haces en tu casa”? Pues
eso, más “CULTURA INDRA”.
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